PERSECUCIÓN Y MUERTE (cap.2)
Es curioso contemplar la movilidad de mis tres hijos cuando se detecta la presencia del animal, ayer noche por ejemplo, en compañía de mí Sra. esposa, con el protagonismo de mi queridísima hija y de un moscardón de dimensiones considerables disfrutamos de una exhibición sin parangón con la vida, persecución y muerte del bicho.
Éste, tuvo la osadía de creer que podría echarse un sueño en el aposento de la niña, ¡cuan errado estaba!, brincó de su habitación, pidió rápidamente ayuda familiar, (entre sonoras risotadas además de comentarios irónicos y punzantes, declinamos ofrecérsela) y emprendió sola el dificultoso camino de la aniquilación. Larga y divertida (para los que no participamos en la cruel contienda) tarea que fue recompensada con la muerte del animal aunque el final no fue el esperado ya que el invasor protagonizó una última osadía al elegir el interior de una de las botas de su asesina para dar el último suspiro. Bota que fue depositada a varios metros, por si resucitaba la pobre, de la habitación.
Algunos entomólogos consideran que el hombre, en una tierra poblada de moscas conserva la vida de milagro. Ponen los huevos sobre el estiércol o sustancias en descomposición (hasta 150 de una tacada), y a las 24 horas aparecen las larvas.
Por tal motivo existen en casa, detractores del gallinero de mi Sra. Esposa sobre todo en septiembre , en próximos capítulos os explicaré porque.
Las malditas invasoras se posan sobre todo y comen de todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario