JAIME FERRERO Y JUAN CARLOS VAZQUEZ...ASESINOS

Queridos cómplices, estoy desolado.
Descubriendo nuevos blogs, saltando de aquí para allá, paseando entre comentarios, descubro una triste noticia que me impide pensar y teclear con normalidad.

Un grupito de mal nacidos cobardes, enfermos mentales, se entretiene matando gatos y fotografiándose entre risotadas, con los cuerpos sin vida.
Parece ser que son o están afiliados a un partido político, echo puntual y que no tiene nada que ver con su diversión asesina. Gracias al cielo, han sido expulsados inmediatamente del grupo, aunque no denunciados. Para esto está la ONG Amnistía Animal que piensa hacerlo hoy mismo y la sociedad protectora de animales que lo hizo el día 21, alegando maltrato injustificado con ensañamiento en animales domésticos.
Adelante, a por estos tíos, a por ellos. Malditos hijos de p…

CARTA A JAIME FERRERO, POR LA GATA BIMBA.

A Jaime Ferrero:
Te escribo estás líneas para expresarte desde la parte que me toca, mi más profundo asco hacía tu persona.
¿ Que valores quieres enseñar si no tienes ninguno? ¿ Sabes que todos los maltratadores, asesinos, criminales y psicópatas, han empezado todos maltratando animales?. Supongo que te sientes muy orgulloso de tu hazaña. Tiene tanto mérito, imponer tu fuerza con los indefensos ¿ verdad ?.
Eres un cobarde. Porque solo los cobardes imponen su fuerza física mediante el maltrato. Dentro de la desgracia, de la muerte de mis congéneres, aún tengo que dar gracias que su muerte no ha sido inútil. A servido para quitarte la máscara. A servido para que se vea la clase de persona que eres. Ellos han muerto en tus manos y en la de tus compañeros de juerga pero han conseguido desenmascararte. Te han ganado la partida. Eso supongo que es lo que más te molesta, ¿ verdad?.
Sabes, que es lo que más me molesta a mí.
Primero, el maltrato al que han sido sometidos, la humillación y su muerte.
Segundo, que existan personas como tú, déspotas, falsas, frías, maquiavélicas y vayan de buena gente. Que vergüenza !! Solo deseo una cosa. Que cada vida que has sesgado de mis congéneres, te caiga encima de tu consciencia como una losa y te sea tan pesado aguantar ese peso, que no puedas soportarlo y las mismas pedradas que han lanzado contra ellos, te las lances tú sólo contra tu cabeza, a ver que ocurre. Mientras lo haces nosotros, fotografiaremos tu hazaña y los restos de tu cabeza para poder decir después, esto es lo que queda de un cabrón.