.

JRMora humor gráfico diario

15/4/11

SIN PUTILLAS

Señor@s..., otra guinda.

La nueva hornada moralista del govern pretende prohibir la prostitución en Cataluña. Lo acabo de leer en la prensa.
¿Qué pasa?..., ¿Hay aburrimiento? ¿No hay faena?
Ahora nuestro avezado conseller d’interior pretende hacernos creer (han empezado ya la campaña mediática para conseguirlo), que lo que para el establishment catalá es obsceno, escabroso, maligno…, es legítimo prohibirlo, es decir, utilizarán la coacción sistemática del "estat català" para castigar a quienes cometan actos inmorales.
El "nostre horitzó" se queda sin putillas. Collons, Collons, viva la democracia.
Que a nuestra diestra catalana no le guste un hecho, no debería implicar automáticamente que se deba intentar su prohibición, señores, que no estamos en el Chile de Pinochet ni en la España de Franco.
Yo no tengo nada claro cómo puede ser inmoral algo que hace tanta gente desde hace tanto tiempo produciendo beneficios monetarios y psíquicos para todas las partes directamente involucradas. Tal vez el moralista es incapaz de entender que lo que a él le parece repugnante a otro puede resultarle interesante. El hombre de bien quizás no tiene en cuenta que si no hubiera prostitutas el deseo sexual de muchos hombres podría dirigirse hacia su madre, su mujer, sus hijas u otras potenciales víctimas de seducción o violación. Collons, solo nos faltaba eso. A nadie interesa más la prostitución ilegal que a los inconscientes, los proxenetas y a todos aquellos que viven de explotar aquellas personas que ejercen la prostitución.

Si en lugar de prohibir el oficio más antiguo, se legalizara…, quedaría sometido a la legislación laboral, médica y al control e imposición fiscal.

Señores del govern…, no sean ustedes tan hipócritas, por favor, ese "control" del asunto, que tanto desean ustedes, es mucho mayor en una situación legalizada. Si el control es un valor, la legalización es la forma más eficaz de maximizar ese valor. La legalización es la única forma de proteger los derechos de estas trabajadoras del sexo, ya que regularía y reconocería sus derechos.
¿Qué institución hay más esclavizante, para la mujer, que la matrimonial? ¿Justificaría, por ello, su ilegalización, desde perspectivas igualitarias y democráticas?
¿Hay por ahí algún cerebro fiambre que crea, sinceramente, que el ejercicio de la prostitución será más libre y voluntario si es ilegal y desregulado?
Por favor gobernantes, que estamos en el siglo XXI.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No fa molt vaig llegir que el païs europeu amb més violacions és un païs tant civilitzat com Suècia: Allà està prohibida la prostitució.