ZAPATERO SUBVENCIONARÁ LA COMPRA DE MANTAS Y ABANICOS.

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Zapatero, al que desde mozalbete, rivales y compañeros apodan cariñosamente Bambi, inauguró ayer una placa solar en el complejo de La Moncloa para combatir el cambio climático en la tierra. Aprovechó la afluencia de periodistas para anunciar con bombo y platillo el nuevo contrato del hombre español con el planeta: "Exactamente en este momento y en mi residencia "La Moncloa", iniciamos un novedoso protocolo de ahorro energético, que seguro plagiaran otras potencias del primer mundo. Consiste en la puesta en funcionamiento de una estufa catalítica diseñada por un primo mío de Ávila y un modelo avanzado de cocina económica importado desde Ucrania, para ir haciendo boca a los ahorradores de energía", sentenció.

Destacó en el discurso, que España se "volcará" en la próxima conferencia del clima en Bali, donde para sentar precedentes en planes de ahorro energético, cada uno de los líderes de los países más avanzados acudirá en su Jet privado.
“El cambio climático” es una de las prioridades del programa del partido para las próximas elecciones; varios ministros rumoreaban entre risotadas que para combatir el calentamiento global no incluirían "otra" tasa especial sobre la gasolina, ya bastante castigada. Se pondrán en marcha “estímulos”, que no concretaron, para que las familias ahorren energía en sus casas, barajan la posibilidad de subvencionar la compra de mantas y ropa de abrigo para el invierno y abanicos de auténtico Bambú para combatir el calor en verano. Añadió que el cambio climático es una “gran oportunidad” para que todos los ciudadanos empiecen a actuar desde sus ámbitos más cercanos.
Ahora "lo más Chic" aquí en Cataluña es ahorrar agua, ¡ojo!, en los hogares con las pérdidas de agua, cierren los grifos, consuman lo justo o les van a penalizar, y no se indignen ustedes cuando vean con sus propios ojos por ejemplo, como en mi pueblo, Platja d’Aro en Girona, el riego ¿automático? de los jardines del municipio no descansa ni en invierno, ni en verano, ni con el sol radiante del mediodía, ni con el chubasco más escandaloso de nuestro cambio climático.