¿BURBUJA INDEPENDENTISTA?

Leo que en 1635 en Holanda se pagaron 100,000 florines por 40 bulbos de tulipán. Para hacernos una idea…, por el mismo valor se podrían haber comprado en el mismo lugar unas 1.000 toneladas de mantequilla.
Casualmente al día siguiente de haberse pagado esa descomunal cantidad, un lote de medio kilo de esos mismos bulbos puesto a la venta se quedó sin comprador. Este fue el principio de la llamada burbuja de los tulipanes, que acabó afectando absolutamente a toda la economía holandesa. El mercado se hundió definitivamente, la burbuja explotó. Comenzó en Haarlem, el primer martes de Febrero de 1637, en una subasta rutinaria de bulbos cuando, por primera vez no apareció nadie dispuesto a pagar la cifra pedida. En pocos días el pánico se extendió por el país. Y pese al esfuerzo de los vendedores la demanda se evaporó. Las flores que se habrían vendido sin problemas por 5,000 florines unas semanas antes ahora sólo lo hacían por una centésima parte de esa cantidad.
Algo muy parecido ocurrió con otras burbujas: la de las carreteras de madera, la de las pirámides albanesas, la burbuja de los mares del sur, la financiera e inmobiliaria japonesa, la reciente punto com o la renuestra burbuja inmobiliaria.

Ayer publicó el Avui una diminuta, casi invisible noticia "terratrèmol en l'oasi" que podría ser una señal explosiva en nuestra ¿burbuja independentista?

Nuestros paisanos de Camprodón, han tenido los huevos (con perdón) de ser el primer municipio catalán que nada contracorriente y vota en contra de la moción de moda presentada por el único regidor republicano municipal.
Leyendo los comentarios escritos en el artículo por múltiples apasionados por las libertades del individuo, alentando el boicot, entenderemos el acojono que cargan ahora en sus espaldas los butigués, hosteleros, galleteros y fabricantes de embutido del precioso pueblo del Ripollés.